Supongamos que un día estamos jugando fútbol -cosas más raras se han visto-, y de árbitro nos toca Carlos Amarilla. No sé tú, pero yo al menos levantaría una ceja.
Ahora, para dirimir ese temita que tenemos pendiente, propongo a Líber Prudente.
Ah, no, pero es uruguayo... y todo el mundo sabe que los de la costa atlántica son como uña y mugre.
(Bah, iba a decir son una mafia, pero arriesgo demanda.)
Además el otro día conocí, por referencias, a un uruguayo más malo que el natre; así que el mito de que son todos buenos es eso: un mito.
Hay que buscar otra salida al temita ese. Deja que le dé otra vuelta.
Mientras avísenle, porque capaz que estos árbitros califican.
Cómo que a quién...
(Yo no hablo a hondureños, suizos ni españoles hasta agosto.
Por cábala.)
No habla con hondureños ni españoles, pero sepa que hay un hondureño nacionalizado español que la viene leyendo seguido...
ResponderEliminar¿Eso va contra su cábala?