Venía para acá -para acá para mi casa-, cabiztiva y pensisbaja (esto lo decía mi papá; y gozaba como chino cuando decía este tipo de cosas), pensando en un nombre para una nueva etiqueta y de pronto escuché "sí, vengo con los huevos". "Epa", me dije, presa del Efecto Suricata. Miré y, efectivamente, el señor venía con los huevos; colgando de una mano; en una bandejita de cartón.
Deben haber sido como treinta.
1 comentario:
Ja,ja, mi papá decía- cabizmundo y meditabajo-
Se la extrañaba!
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