Hubo un tiempo en que mi más esperado anhelo fue oír me gustas.
Después crecí un poco, esas palabras me quedaron chicas y toqué el cielo con las manos cuando me dijeron te amo.
Pero ¿viste que uno, cuando es chica, siempre quiere más?
Bueno, no me quedé tranquila hasta que me dijeron ¿casémonos?
Y al año llegó esa cosita rosada, que todavía me emociona, seguida de un ¡es una niña!
Podría seguir dando ejemplos, pero para qué prolongar esto innecesariamente si lo que quiero contar es que hoy llegué a ese punto sin retorno en la vida de una mujer, ese momento que a unas les llega antes y a otras después pero parece que a todas nos llega, ese momento en que fui transportada a otro estadio de la evolución -y ojo que tengo experiencia en esto, pero por alguna razón me siento como cuando me inicié en estas lides, a los 21 años- ese momento en que me topé a boca de jarro con la administradora del colegio y de entre sus labios salió esa ambrosía fónica, ese elixir sonoro que se introdujo en mis oídos y recorrió cada fibra de mi ser con movimientos ondulantes: tengo un cheque para usted.
Alego a mi favor que es una pequeña fortuna.
2 comentarios:
¡Que sabias nos pone el tiempo!
Las palabras más dulces del idioma castellano. Congratulaciones!
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