miércoles, 12 de mayo de 2010

Y los nominados son...

Vamos a hacer una cosa: vamos a pedir que nos desocupen un círculo del Infierno y vamos a mandar allí a los cuadrados; o sea, a esa gente súper estructurada que últimamente me está haciendo la vida cuesta arriba.

Podríamos desalojar el círculo de los lujuriosos, o de los suicidas, o la parte esa del noveno círculo -donde están los traidores- que ocupan los infieles. No, los sarracenos no; los que le ponen los cuernos a la pareja; ésos. Porque leí el otro día que hicieron una encuesta y hay mucha gente que se confiesa infiel, y si además agregamos la cifra negra de los que no lo declaran, entonces existe una cantidad impresionante de infieles, así que debe formar parte de la naturaleza humana. Entonces hay que ser comprensivos.

Y no es que esté respirando por la herida, no, nada que ver; yo seré muchas cosas, pero infiel no soy.
Pero no por convicción, sino más bien por falta de energía; o de tiempo; o por razones climáticas; o porque mi naturaleza es medio inhumana; o porque me gusta un tipo cada muerte de obispo; o anda a saber, la cosa es que infiel no soy.
La otra cosa que me preocupó un rato, después de leer el artículo de la encuesta, es que si hay tanta gente infiel, entonces me deben haber puesto los cuernos muchas veces y yo ni me enteré. Y si me enteré, como soy negadora, cuando me cayó la chaucha había pasado tanto tiempo que más que pena o rabia lo que me dio fue risa.
Pero la cosa más importante es que hay que desocupar un círculo porque me está haciendo falta para mandar gente para allá.

Por ejemplo a la coordinadora, que no sólo me pide planificaciones clase a clase -planificaciones que no entrego-, sino además pretende que las siga al pie de la letra; o al pie de la fecha, si se me permite acuñar la expresión. O sea, tiene la desfachatez de pensar que si yo le mando unos papeles -papeles electrónicos, se entiende- donde dice que mañana con el 7°A voy a ver los tiempos compuestos en verbos irregulares, ella va a entrar a la sala -mañana- y yo voy a estar pasando "Tiempos compuestos en verbos irregulares"; pero se va a llevar la tremenda sorpresa, porque como justo un alumno se va con su familia a Mulchén y la mitad del curso está ahogándose en sollozos, yo no voy a ver nada los tiempos compuestos en verbos irregulares, sino que les voy a decir que le escriban cartitas para que el crío se vaya leyendo en el bus, pero con buena letra y sin faltas, porque si no no vale.
Ahí la cooorrrdinadora va a pensar que soy una improvisada.
Y no me ciño a la normativa vigente.
Entonces mandémosla ya a estrenar el círculo que desocupamos y asunto arreglado.

La otra que está haciendo méritos es la bibliotecaria; perdón, corrijo: bi-blio-te-có-lo-ga, que así pone en el pie de firma y a mí me da mucha risa.
Esta bibliotecóloga de marras, hoy me puso peros cuando mandé a un alumno a pedir "Veinte mil leguas de viaje submarino" para que hiciera la caracterización del Capitán Nemo fundada en citas textuales, porque él ya había sacado el libro y lo tenía en la casa y aparte el 7°A tiene que pedir libros los viernes a la séptima hora.
A ésta la voy a mandar al Infierno con una tonelada de libros para que tenga en qué entretenerse.
Libros ignífugos.

Y tengo más: el lunes me quedé hasta las tres y media de la mañana haciendo unas pruebas para mandárselas con suficiente anticipación a la persona encargada de imprimirlas y que no digan después que ando con todo a última hora. Hasta le mandé un mail muy cortés donde le agradecía por adelantado. ¿Qué conseguí? Que cuando hoy le pedí las pruebas porque tengo que aplicarlas mañana, me dijera que no, que no están, porque no me apersoné en su cuchitril a llenar un "papelito" (sic) donde constara cúantas copias hay que hacer; papelito que luego debía ser visado, ¿por quién?, por la cooooorrrdinadora.
Lo peor es que ayer, la muy perra, me vio todo el día y no me dijo nada.
Y la prueba es mañana.

Pero, ya que estamos, hagamos del Infierno un lugar más cálido; más acogedor, digamos: si ya tenemos allí a tres mujeres, entonces hay que poner a UN hombre.

Casualmente tengo al tipo adecuado: el de la sala de audiovisual.
(¿Se dice así? ¿"Sala de audiovisual"?... Ésa donde está el data y la tele y el DVD...
Es que soy nueva en esto.
Hace 15 años uno daba clases con tiza, pizarrón y ya.)

En mi vida he conocido hombres que me han dicho muchas cosas.
Algunas lindas, incluso.
Pero el tipo este me dijo el otro día algo que nunca me habían dicho hasta ahora.
Me dijo que yo lo "descompaginaba"(sic).

Pero no fue en onda romántica.

No se escuchó una musiquita ni nada.

Y todo porque en vez de usar unas hojitas que pega en un pizarrón los días viernes, y en las que hay que anotarse para usar la sala la semana siguiente, y que yo cada vez que me acuerdo de ir a ver ya están todas ocupadas, resulta que el otro día yo estaba hablando de mitología griega con el I°B, y un alumno me dijo "yo tengo el DVD de Furia de Titanes, ¿lo traigo mañana?", y yo dije "bueno", y al otro día vi que la sala estaba desocupada (a pesar de lo que decían las hojitas), y fui donde el encargado para que la abriera, porque "queremos ver una película", le expliqué, y ahí me salió con que lo "descompaginaba".

Y bueno, así están las cosas.


Claro que si me gano el loto, no los mando nada al Infierno...
No.

En el fondo soy re buena tela.

Pero esta gente me está sacando los choros del canasto y la cosa puede acabar mal.

Hoy, por ejemplo, mientras esperaba la micro me sorprendí lanzándole miradas inflamables a un camión que pasó cargado con cilidros de gas licuado.



Actualización: Aaaaah, pero acaba de llegar mi hija y me contó que la U le ganó a Flamengo, 3-2, en el Maracana.



2 comentarios:

Bárbara dijo...

Anai Le, de lo mejor de su cosecha!
saludos!

Anónimo dijo...

Ja ja, muy bueno. Larga vida a los infieles y castigo para los cuadrados que nos complican todo...
M