sábado, 31 de diciembre de 2011

2012: Año del dragón... pero del dragón charcha

Más que las Navidades, para mí los recuerdos de infancia imborrables pertenecen a los Años Nuevos.
Como en un principio éramos solo tres, la hermana mayor de mi papá nos adoptaba temporalmente.
Todos los años partíamos de punto en blanco y a toda carrera a tomar la micro. Creo que parte de la fiesta era la incertidumbre de saber si llegaríamos a la hora o tendríamos que darle el abrazo al chofer y al resto de los pasajeros.

Cuenta la leyenda que en mi tercer Año Nuevo, y con poco más de dos años de edad, hice el primer intento de apartarme del rebaño. Mientras mis 12 primos (creo que mi tía se sentía vacía cuando no estaba embarazada), tíos, padres y otros sin especificar se entregaban a la ceremonia orgiástica de los abrazos, simplemente me largué a caminar con destino probablemente incierto, ve tú a saber, pero con la clara intención de alejarme de la muchedumbre. Según testigos, y particularmente según lo que refiere mi madre, de pronto mi progenitora se percata de que el fruto de sus entrañas no estaba en el sector que abarcaba su mirada, y, seguramente con la culpa atenazándole la garganta exclama, ¡LA NIÑA! A partir de ahí el relato se torna confuso. Nadie ha sido capaz de decirme exactamente cuánto tiempo estuvieron buscándome. Al respecto barajo dos teorías: 1. El tiempo es relativo. Es posible que.. naaa, deben haber sido solo unos minutos pero a mis padres se les hicieron eternos sumidos en la angustia  y la culpa. 2. Capaz que fueron HORAS, pero nunca me quisieron decir para no correr el riego de que yo misma me diera en adopción.
Cuento corto: a alguien se le ocurrió salir a mirar a la calle -mientras los grandes decían "nooooo, nada que ver, cómo va a haber salido a la calle..."- y vio que allá, a lo lejos, bien lejos, se divisaba un puntito blanco.
Suerte que mis papás no eran rockeros. O punks. O emos. O góticos. O cualquiera de esos pelotudos que les da por vestir a los críos de negro.

Con el tiempo, la cosa mejoró bastante. Me cortaron las alas, me socializaron como a Alex y me dejaron en condiciones de disfrutar el jolgorio colectivo. Tanto éxito tuvo el tratamiento, que no sólo abrazaba a toda la gente que estaba en la casa, sino que salía a dar abrazos con una de mis primas más grandes a todos los vecinos en dos cuadras a la redonda. A esa época se remonta mi iniciación en la cata de pan de pascua.

Otra cosa que me gustaba era el ceremonial del globo de papel.
Tiene que haber partes del mundo donde sea tradicional desplegar entre varios un globo de un metro veinte confeccionado en papel de seda, encender un coso en la base, esperar a que el aire del interior se caliente hasta que el globo empiece a dar tironcitos, soltarlo y correr como idiotas detrás de él mientras se eleva; pero acá, en este país, nunca jamás he visto a alguien que haga semejante cosa. Quizás por eso quebró la Casa Hombo, donde mi papá compraba un globo año tras año. Y nada más.

Además del trabajo en equipo, en estas fiestas también aprendí lo que era la envidia, la cobardía y el odio: nunca pude agitar una "estrellita" como mis valientes primas, y las chisporroteantes "pulguitas" que raspaban contra el suelo los pies de mis primos sólo a mí perseguían. Ahora prohibieron ese tipo de artilugios, cosa que me causa emociones encontradas. Capaz que ahora lo superaría. En fin.

Pero lo que más llamaba mi infantil atención en esta fecha, era cuando al dar las doce quedaba el llanterío entre las mujeres grandes. Nunca nadie me quiso explicar cuando pregunté la razón. Después llegué a pensar que era como un código secreto al que por el momento no tenía acceso, pero entenderlo era sólo cuestión de  tiempo.
Y así nomás fue.
Lloraban porque después venía otro.
Otro año.

Te digo más, toda esta parafernalia de comida, trago, fuegos artificiales, abrazos, trasnoche, bocinazos, cotillón, gritos, risotadas, Galeón español llegó dejando una estela en el mar, pachanga, un año máaaaaaaaas que se vaaaaaaaa, trencito con gente sudorosa  y jolgorio en general, no tiene otro sentido que hacer como que de verdad crees que ahora sí que en este nuevo año te va a ir bien y  que el mundo no se está cayendo a pedazos. Porque al margen de cómo te haya ido en este 2011, no me puedes negar que el mundo, el mundo así en general, está cada día más charcha. Y lo que es peor, nada nada nada NADA indica que la cosa vaya a mejorar. A menos, claro, que seas el personaje de Jeremy Irons en Margin Call, que, dicho sea de paso,  acabo de verla y estoy con unas ganas locas de salir a matar gente, partiendo por la tontorrona de la esquina que hizo cortar el precioso jacarandá del jardín porque, según ella, "botaba mucha mugre", y ahora se cambió dos casas más acá y ya taló el limonero que con sus propias manos plantó hace 30 años el dueño anterior. ¡Bestia!

Ah, y a propósito de Iron, un recado para la gran cantidad de gente que en las últimas 48 horas ha entrado a ver este post: Amarillos, sí, ¡PERO DE FIERRO!

Para más detalles, consultar Dato 4.400 en blog "Yo contra el mundo".

Y una última cosita. Cómo estaremos de jodidos por el poder económico que ya hasta somos víctimas, como tanta mujer golpeada,  del síndrome "Mi marido nomás me pega": siempre que se habla de "los pobres", nadie cree que están hablando de uno.

Buen provecho, y a ver si ponemos un granito de arena, UNO aunque sea, para que sea charcha pero sin irse al chancho.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Se necesita gente (parte 2)

En el capítulo anterior, dejamos a mí (porque esto se trata de mí, a ver si nos vamos entendiendo) en la incómoda posición de tener que decidir quién tendrá algo para echarse a la boca el próximo año y quién no. Y estoy hablando de comida.
Pues bien, sin más armas que un cuaderno cuadriculado y un lápiz BIC azul de punta gruesa, procedí a ubicarme estratégicamente a la diestra de la directora. Porque voy a ser su "brazo derecho" y además estaba más fresquito.
Considerando que, según estudios recientes, el 84% de los chilenos(as) no entiende lo que lee y que en el resto del mundo la cosa debe andar por ahí, me, les, nos evitaré la descripción de la variopinta galería de personajes que desfiló ante nuestros cuatro ojos durante unas tres horas. Además, qué... ¿soy Maupassant yo?
A cambio, les propongo que nos vayamos directo al clímax del asunto. Porque acá, contrariamente a lo que opinan las revistas femeninas de ultraderecha del siglo pasado, lo que importa es el clímax. El jugueteo previo lo dejamos para otro momento, ¿estamos? Bien, el clímax, decía, fue súbito, emocionante (casi lloré, te juro) y bastante perturbador. De hecho, no he pensado en otra cosa desde ayer...



Ah, perdón, el clímax.
A por ello:
Ante un par de mujeres que, calculo yo, entre las dos hacían como 72 años que repartieremos salomónicamente en 36 para cada una y al que se atreva a esbozar siquiera un ínfimo atisbo de sonrisa lo mando desalojar el salón, tenemos a un veintiochoañero M (la inicial fue cambiada para resguardar su anonimato) que, luego de los trámites de rigor (trayectoria, desempeño, medición de masa muscular, esas cosas) y a continuación del discurso en que le expuse claramente qué queremos hacer, por qué, con qué contamos (esta parte fue breve; brevísima; pero al decir esa única palabra usé todos los recursos que el Arte de la Persuasión pone a nuestro alcance... creo que ahí se me fue un poco la mano... pero espérense), a quiénes necesitamos y que si no lo logramos nos vamos con poco más de 100 niños esperando un tren del aprendizaje y todo al reverendo carajo, el tipo va y se despacha un: "Estoy dispuesto a partirme el lomo por ustedes".

Y no encuentro en la lengua castellana escrita los signos para dar a entender la expresividad de la oración anterior porque estos "¡ !" no me sirven. A ver si los de la RAE se ponen las pilas por una recondenada vez y me solucionan esta carencia en vez de andar aprobando que los chilenos digan "los domÍnicos" en lugar de "los dominIcos", que es como Dios, y sobre todo la Orden de los Dominicos, manda.

***

Que hay gente que está dispuesta a decir cualquier cosa con tal de trabajar, que el empresariado ya logró convertir al trabajador en un esclavo, que qué voy a hacer con este Super Poder que Dios me dio, que a ver si alguien me indica dónde venden látigos y un par de disfraces de Gatúbela, que capaz que pase a integrar el batallón de hombres que me ha engañado... Basta.
Hoy no me pidan descripciones ni conclusiones.
"I want to be alone".



 (Otro poco de Cien niños esperando un tren aquí. Más no encontré.)

martes, 27 de diciembre de 2011

Se necesita gente

Mira si estará loco el Mercado de la Carne Trabajadora que hace exactamente una semana yo estaba hundida hasta el cuello en el Fango del  Desempleo, y hoy día me toca seleccionar gente para el lugar en que voy a trabajar el próximo año.
O sea, por primera vez en la vida me dan la posibilidad de elegir con pinzas a quien voy a ver casi todos los días por X tiempo.
Bueno, primera vez si dejamos fuera el Affaire Exmarido... y demases...



En resumidas cuentas, yo buena buena buena, lo que se llama buena escogiendo gente, no soy.
¿Cómo se hace?
¡Yo no estudié para eso!







jueves, 22 de diciembre de 2011

¡Un gran, gran saludo navideño, de norte a sur y de cordillera a mar!

Me pasó una cosa terrible.
No, no es que no me haya gustado el regalo de "amigo secreto". Hablo de terrible en serio. Hablo de esas cosas que te cambian la vida. Te la trastocan, digamos.
Tampoco es que me hayan echado de la pega.
O sea, sí.
Me echaron. Pero ya tengo otro trabajo. Lo que confirma lo que dijo la malaleche que me hizo la cama (que no le deseo mal, y además tengo muchas cosas que hacer como para sentarme a la puerta de mi tienda. Claro que esto lo digo desde la cómoda posición del que va a trabajar menos y ganar más. No, si buena no soy, qué se han creído): "Trabajo hay".
Pero vamos al grano, como dijo el dermatólogo.
Lo que me pasó -como corolario a este año de mierda en que se me murió hasta el perro- es que hubo otra baja en la familia.
Hace como un mes que venía avisando, avisando, avisando. Yo me hacía la loca. No le tiraba pelota. La clásica actitud del negador, dirán ustedes, pero qué quieren; yo no sé ser de otra manera.
Pero bueno, hace un tiempo que yo andaba me van a echar, me van a echar, me van a echar... y zuácate, me echaron. Y hace como una semana le dije a mi hija, en un aparte, para que el aludido no escuchara, este a la Navidad no llega. Y así fue. No se imaginan cuánto odio esta facultad premonitoria que Dios me dio.
Y nos dejó.
Nos acompañó durante 15 años, pero ahora él está en el Cielo de los Televisores.
Ustedes podrán argüir, para consolarme, que no importa porque la programación de la TV es una soberana mierda y hasta puede que les encuentre razón, pero eso no llena el enorme hueco que nos dejó su partida. Una porque era tele grande y otra porque la casa se siente enorme, fría (desde un punto de vista no temperaturo-climático) y silenciosa sin él.
Así que, ni corta ni perezosa, partí a comprar uno nuevo.
Hice una inspección ocular del lugar de los hechos (como cinco lugares de los hechos) y luego, envalentonada, me agencié un vendedor y le dije "quiero ése", mientras indicaba una de esas cosas flacas que venden ahora y que ni para nombre les alcanza. Puras letras. LCD, LED... qué sé yo.
Me fui para la casa rapidito porque ya iba a empezar "¿Quién quiere ser millonario?"
Hasta un taxi tomé para no andar haciendo ostentación de mi poder adquisitivo.
No voy a mencionar que me apreté los dedos en la puerta del auto para que no crean que soy una imbécil, y para que no especulen acerca de con qué estoy escribiendo en estos momentos, pero ojo, si llegara a mencionarlo sería otra contundente prueba en contra de este año.
Lo concreto es que llegué a la casa.
No indemne, pero llegué.
Y con el coso ese con letras.
Más contenta que unas Navidades (porque unos argentinos se rieron de mí una vez porque acá a la Navidad le decimos Pascua, y comemos pan de pascua, y tenemos Viejito Pascuero, mira cómo son), abrí, armé, enchufé y ¡chaaaaaan!... SIN SEÑAL. Todo lo que vi en la pantalla de ahí en adelante, y por las siguientes 24 horas fue SIN SEÑAL.
Mientras yo me sumía en la más negra depresión de color azul mirando la pantalla, Mariel recorrió la ceca y la meca digital preguntando en cuanta cuestión existe en internet, para llegar finalmente a la conclusión que
A) había que tener antena
B) había que tener TV cable
C) había que comprar otros aparatos para que sonara como la gente

Y ahí vino la decisión draconiana: HAY QUE DEVOLVERLO.

Ya. Pero entonces en mi cabeza la cosa pasó de draconiana a kafkiana, llegando incluso por momentos a tomar ribetes dantescos, porque, ¿ustedes saben lo que cuesta devolver las cosas que uno compra en este país?

Entonces delineamos un  plan de acción.

No quiero dar la lata con todos los argumentos y contraargumentos que barajamos.
Baste decir que estábamos decididas a todo. Incluso a invocar la Ley de Defensa del Consumidor, al SERNAC, a los tres años de Derecho cursados por Mariel y a que mandaríamos cartas a los diarios y llevaríamos las cámaras de al menos tres canales de TV si era preciso.
Acto seguido, nos amarramos una vincha a lo Rambo, agarramos el armatoste SIN SEÑAL, y partimos.

Tamaña sorpresa (como de este porte, más o menos) nos llevamos cuando, sin más trámite que el que depara escribir estas líneas, revisaron que a la cosa no le faltara nada y luego procedieron a devolvernos la plata.
Lo único que me fregó un  poco la cachimba fue que el vendedor me dijo, después que le expliqué lo que había pasado o mejor dicho lo que no había pasado, "aaaaah, usted creyó que estaba comprando un televisooooor". Sí, pedazo de imbécil. Eso fue lo que te pedí ayer. Pero, vil testaferro de esta sociedad consumista, amparado en mi profunda ignorancia, fuiste incapaz de hacerme cualquier tipo de advertencia. Advertencia que me habría evitado 1. constatar una vez más mi ignorancia, 2. aumentar mi desilusión respecto a los aparatos de ahora, 3. apretarme los dedos en la puerta de un auto, 4. tener que presenciar el triste espectáculo de ver tu cara dos veces en 24 horas y 5. tener que comerme todo el texto argumentativo que tenía preparado en contra aquellos que conculcan (¿digo bien?) los derechos del consumidor, pensé mientras el tipo anulaba la boleta, tecleaba en una máquina y me pasaba las 120 lucas.
A continuación, pletóricas de satisfacción luego de haber ganado la guerra sin gastar ni una sola bala e imbuidas del espíritu consumista que reina por estas fechas en el mundo cristiano occidental, nos dedicamos a recorrer un montón de tiendas preguntando por televisores, pero televisores en serio.

Como a las 9 de la noche decidimos volver a casa. Una porque ya empezaban a cerrar y otra porque en todas partes nos dieron la misma excusa: No hay. "Hace como dos años que ya no se fabrican".
¡Ja! Como si les fuéramos a creer.
Apenas pasen las fiestas, parto al Barrio Franklin y dejó los pies en el Persa Bío-Bío si es preciso, pero SIN UN TELEVISOR NO VUELVO.

Menos mal que para mientras tanto todavía nos queda el que tanto le insistí a mi ex marido que se llevara cuando se fue.
Pero claro, nunca nunca nunca me hizo caso.
En nada.

sábado, 17 de diciembre de 2011

¡Perdooooooón! ¡Perdoooooooooooooón! Cuando no me fafalta me zozobra

Lo peor de acostarse a las 10 de la noche es que al otro día uno despierta a las 4 y media de la mañana.
Y para colmo amanecí con una día fija; la que, nemine discrepante, procederé a exponer a continuación.
Como ya saben, nunca recomiendo nada a nadie. Jamás. Básicamente porque tengo gustos muy muy muy particulares y porque quién soy yo, de qué me las doy para andar recomendando cosas. Aparte introduciríamos el concepto de asimetría en nuestra relación y, por favor, me paso toda la semana ejerciendo el liderazgo y exhortando a una tropa de imberbes a que hagan o dejen de hacer cosas, así que déjame vivir un fin de semana simétrico y en paz, si no es mucha molestia.
Pero este fin de semana es especial.
Es especial porque ayer estuve conversando con una fuente no muy informada que... a ver, para... Antes de que empieces con tus benditas objeciones, déjame aclararte algo de entrada: ¿estás en condiciones de asegurar que en el Siglo de las Luces eran todos unos iluminados?
¿Muy muy muy ilustrados, quizás?
¿Que taaaaan razonables eran los franceses de la Era de la Razón si terminaron con una revolución?
Aaaaaaah, entonces aguántate un metro antes de venir a menoscabar mis fuentes no muy informadas, por más que estemos en la Era de la Información.
Prosigo.
Según mi fuente, están agarrando a todos los conscriptos que antes de ingresar a cumplir con el Servicio Militar yacían con manceba en estado de concubinato -máxime habiendo nacido uno o más vástagos producto de esta relación- y los están haciendo casarse. Con la manceba de cada uno, obvio.
"¿Y?...  Bien", dije yo, que puedo ser lacónica y conservadora sinultáneamente si me lo propongo.
"Es que después los van a mandar al norte", aseveró Fuente un tanto acongojada.
"... porque va a haber guerra con Bolivia", agregó al ver que yo ni me inmutaba.
Antes de que alcanzara a salir de mi inmutismo, porque me tomo las cosas con calma, Fuente me ametralló con info apocalíptica que cualquier persona sensata habría echado en saco roto, pero, a medida que Fuente iba armando una figura -bélica- con Lego yo iba poniendo los bloquecitos que le faltaban.
Fuente: Entonces, por el asunto de la salida al mar.
Yo: Aaaaah, claro (silencio). Acabo de leer en El Mercurio que el gobierno boliviano asegura que el próximo año van a hacer una tercera demanda formal en contra de Chile (silencio). Y la tercera es...
Fuente y Yo: (a coro, quedo pero muy expresivo y con cara de Moisés luego de recibir las Tablas de la Ley)... ¡la vencida!
Yo: Y además el que avisa no es trai... (silencio)... dor (imperceptiblemente decepcionada).
Fuente: Y la va a costear Chávez.
Yo: Uuuhhh, ése siempre nos ha tenido envidia y para peor odia a la derecha en general y a Piñera en particular. Además está forrado en plata por lo del petróleo, con un pie en la tumba por lo del cáncer y... (angustia de quien tiene conocimiento empírico de la situación)... está separado de su mujer hace años y va a preferir gastarse todo en mujeres, drogas, que en eso ya está, por lo de la enfermedad, y guerras antes que dejarle un solo petrobolívar a su ex!
Fuente: Ydespués va a entra Perú.
Yo: Aaaaaaaah, esos son otros que bien bailan (véase "Guerra contra la Confederación Perú - Boliviana" y "Guerra del Pacífico"); y si de baile se trata, una de cada seis manos que mecen la cuna en Chile es peruana.
Fuente: ¿...?
Yo: "La mano que mece la cuna"... la película...
Fuente: ¿...?
Yo: ... la de la nana psicópata... ésa que fue bien famosa...
Fuente: (con alzamiento de ceja) ¿....?
Yo: (entrando en desesperación) ... con una actriz rubia... no sé cómo se llama.
Fuente: Aaaaah, la del conejo.
Yo: (molesta) No. Esa es Glenn Close (silencio). Bueno, no importa. Lo que digo es que una de cada seis empleadas domésticas es peruana... Lo leí en El Mercurio.
Fuente: Ah...
Yo: (se acuerda de algo y agara vuelo)... Uuuuy, y además está quedando la cagada en Europa. Claro, a ellos nomás se les ocurre que eso de la moneda única podía resultar. Aparte, además del descalabro económico, nunca pude jugar con mi hija a "¿Cuál es la moneda de...?" con países europeos. ¿Y en Estados Unidos? ¿Supiste que Obama está con elquetejedi a dos manos porque ahora que tiraron la raya para la suma resulta que la gracia de la invasión a Irak les costó TRILLONES de dólares? ¿Y el producto interno bruto per capita en España?, (hablando atropelladamente)  resulta que el producto interno bruto per capita en España cayó al nivel del que tenían hace 9 años,  y en Inglaterra hay ollas comunes en las calles, y (con lágrimas aflorando) la gente le rompe las patitas a sus mascotas para cobrar los seguros... (solloza)... y tanta gente indignada... ¿Tú crees que alguien se va a andar preocupando si en este confín del mundo se arma una guerra?
Fuente: Ajá...
Yo: (con un hilo de voz) Lo leí en El Mercurio...
Fuente: Mmmmm...
Yo: (recomponiéndose) Lo que pasa es que en el colegio están suscritos a El Mercurio. Llega todos los días. Es un poco facho, pero es el único diario que llega... ¿qué quieres? ¿que llegue The Clinic?... me encantaría, pero se trata de un colegio, ¿mentendí?... Opus Dei, para peor... Y no, no es que tenga todo el tiempo del mundo para instalarme a leer el diario, pero (usando artillería pesada) por la naturaleza de mis funciones debo mantenerme informada, no como otros que ni se han enterado que el cine ahora es sonoro. Además estoy a cargo del Diario Mural y quise darle un giro. Un giro hacia la interactividad. Entonces... ¡y qué tengo que estar dándote explicaciones!

Ahí se armó la grande.

Y por eso me vi en la "obligación" de acostarme a las 10.

Y por eso quiero hacer una excepción en mi modus vivendi y recomendarte a ti, joven chileno, y a ti, que ya no estás tan tan tan joven pero que todavía algún amago de guerrear haces, y que te encuentras en Santiago de Chile o en su defecto a tiro de cañón de esta ciudad que nada tiene que envidiarle a las principales capitales del mundo, que salgas y las disfrutes antes de que fuerzas enemigas la invadan.
Te arengo a que comiences esta misma tarde y que dirijas tus pasos al Centro Cultural GAM.
Si eres mayorcito, como yo, seguramente te preguntarás qué diablos es el GAM, y si tu espíritu inquisitivo te conduce a traspasar el umbral, como yo, y a preguntarte de dónde vendrá esta maldita costumbre de hablar en siglas, te explico:  el GAM es el Centro Cultural Gabriela Mistral. ¿Tampoco te suena? Bueno eso significa que quizás hace poco -uno o dos lustros... ok, tres a lo sumo- pasaste la barrera de los 30, como yo, y que conociste el recinto como Edificio Diego Portales. Pero se quemó, ¿te acuerdas, como yo, de que se quemó? Bien, lo remodelaron e hicieron un bello centro cultural. O sea, yo supongo que debe ser bello, porque al centro no voy hace muchísimo tiempo. En serio, hace más de dos años que no voy al centro. Pasa que caí en un período de... cómo te explico... de enclaustramiento, de aislamiento, de autoexilio, de ostracismo... y me enclaustré, aislé, autoexilié, ... ostracé y embrutecí con el trabajo. Que además queda para el otro lado. ¿Ahora sí te acordaste? ¿No? Bueno, no hay prblema: el GAM, a.k.a. Centro Cultural Gabriela Mistral, ex Edificio Diego Portales, en los albores de la década del 70 fue conocido como UNCTAD III ya que se construyó con motivo de la Tercera Conferencia Mundial de Comercio y Desarrollo de la Naciones Unidas, cuyo discurso inaugural fuera pronunciado por el presidente Salvador Allende y en el que se refirió a, cito, "el problema más grave del mundo: la condición subhumana en que vive más de la mitad de sus habitantes". Detengámonos un segundo en las palabras del doctor... nadie puede negar que desde aquella época hemos avanzado bastante... ahora es más de las tres cuartas partes del mundo.
Si usted, amiguito, está de acuerdo con lo que acabo de decir, significa que no es de derecha ni de centro derecha, ni de centro ni de centro centro, como yo.
Y si ahora que le nombré la UNCTAD entendió perfectamente dónde queda el GAM, qué 30 ni qué 40, usted hace rato que pasó los 50, como mi tío Alberto.
Ah, y la siutequería de las siglas nos llegó de Buenos Aires.
Continúo.
Y ya con ansias de terminar porque me metí en un berenjenal.

Hoy  en el GAM... ¿les molesta si digo GAM para hacer la corta?...Ok, hoy y mañana en el GAM, aunque en realidad se inauguró ayer a las 7 de la tarde, hay una FERIA DEL LIBRO.

¡¡¡¡¡Buuuu, fueraaaa!!!!! ¡ODIO LAS FERIAS DEL LIBRO!
Todas, sin excepción. La de acá, la de Buenos Aires, la de Guadalajara, la de Frankfurt, la de Constantinopla. TODAS.
Y por un rato odio también a la gente que va. Pero más odio a la gente que grita a los cuatro vientos que a ir y después va. Pero con la que definitivamente me acriminaría es con la que te dice, "¿no fuiste a la Feria del Libro?", y ante la negativa de uno cierran con "aaaaaahhh", que traducido es,  "qué lástima, pobre inculta", en circunstancias que no agarran un libro en todo el año.
Lo digo de una vez, así me lapiden los fabricantes de libros: no confundamos la pasión por la lectura con la pasión por comprar libros.
Isabel Allende, Paulo Coelho, Hernán Rivera Letelier: ¡VAYAN A TRABAJAR!

Pero esta feria del libro es otra cosa. Claaaro, otra cosa. No me voy a tomar la molestia de escribir todo este choriza que ya se me fue de las manos para andar recomendando huevadas. No, señor.
Esta es una FURIA DE LIBRO.
¿Se entiende?
¿Se entiende la figura retórica de la ironía?
¿Sí?

Yo altiro me imaginé un libro del tamaño del Tío Escafandra, con piernecitas y brazitos, golpeándose el pecho como King Kong y comiéndose las cabecitas, como si fueran conejitos de chocolate en Pascua de Resurrección, del 84 por ciento que no entiende lo que lee, según El Mercurio, pero me avisa mi asesor en Panoramalogía que se trata de una exposición de editoriales independientes, que me encantan porque son como jugadas. Como que van y ponen plata por cualquier pelotudo, cuando toda la evidencia lógica indica que no hay que hacerlo. Cosa que yo he hecho toda mi vida y no pienso desviar el rumbo. ¡Bien por las editoriales independientes!
Aparte son como re locas. Mira, un ejemplo: ¿Qué numeral ordinal tiene esta furia del libro?
¿Primera?
Frío, frío.

¿Segunda?
Frío, frío.

¿Tercera?
Caliente.

¡Cuarta!
No, te pasaste. Es la 3,5 Furia del Libro. ¿Es loco o no es loco? ...Es.

¿Y los nombres?
Cáchense los nombres: Chancacazo Ediciones. Editorial Cuneta (¡jajaja!, sólo para chilenos). Grieta Garbo Ediciones... Noooo, se pasaron. ya con esto me doy por pagada, que además es gratis y empieza como a las 3 de la tarde, Metro Estación Universidad Católica, No Universidad de Chile Campeón, no la Cato, que no le han ganado a nadie y son unos clasistas de mierda.

Yo no creo que vaya porque tengo que ir al supermecado a comprar víveres no perecibles, agua velas, fósforos y pilas.

¡Actualizaciooooón, actualizaciooooón!
¡Momento, momento!
No te vayas todavía, por favorcito. Si fuiste capaz de llegar leyendo hasta acá, cómo vas a ser tan vaca de no leer este par de líneas, ¡m.....ón!
Se me quedaba en el tintero digital la parte más importante: en la Furia del Libro vas a poder comprar la saga -parcialmente o en su totalidad, problema tuyo- Zombies en La Moneda.
Eso nomás te digo.
Yo no lo entiendo pero sé que hay cualquier cantidad de gente que se muere por los zombies.

Adiós

jueves, 15 de diciembre de 2011

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Dioslexia

(...)Y menos quiero que un día
me la vayan a hacer reina.
La subirían al trono
adonde mis pies no llegan
Cuando viniese la noche
yo no podría mecerla...
Yo no quiero que a mi niña
me la vayan a hacer reina.
(Miedo, Gabriela Mistral)




El otro día tuve que ir a misa.

Y al primero que me diga "¿pero, cómo?... si en el último censo declaraste ser 'no católica'... ¡Inconsecuente!... ¿Y la Inquisición?... ¿Y las bulas?... ¿Y los curas pedófilos?... ¿Y cómo es eso de tuve que ir?... ¿Qué se fizo el Libre Albedrío?...", lo mando desalojar. Ganarse el puchero nuestro de cada día bien vale una misa.

La misa en cuestión era por los alumnos de Octavo Básico, que pasaron a mejor vida: el próximo año, en Primero Medio, ya no tendrán que usar cotona (ellos) ni delantal (ellas).

Del sacerdote oficiante se podría haber dicho cualquier cosa. Pero en serio, cualquier cosa. Excepto que su lengua materna era el castellano. O que lo que sabía lo aprendió en una noche fogosa entre los hercúleos brazos de un monolingüe marino mercante chileno, en una maloliente habitación de una pensión de puerto europeo, iluminada apenas por una luz mortecina, por allá por la década del 50. Aunque por esto último no me la jugaría.

A su favor declaro que oírlo era una caricia para mis huesecillos que aún no se acostumbran a la horrísona habla chilena. Y eso que nací acá. Y hablo en chileno.

En plena Homilía, estaba yo semi adormecida entre sonidos faríngeos, uvulares y glotales cuando de pronto el curita dice:

- Díos tiene pguépagado paga ústedes un togno...

Y ahi se me armó, se me formó un oooooh, my loove, Demi, my darling, Arcilla (suspiro) I've hungered, Patrick, for your tou... ¡Pucha que es paleteado Dios!

- ... un tgono...




Al rato vino la Profesión de fe, pero ¿me quiere alguien explicar para qué quiere uno un trono?

viernes, 2 de diciembre de 2011

"Atención, señoras y señores, un momento de atención:"

Y bien, ¿les dije o no les dije que el mal endémico de este país son los poetas?
Claro, lo dije, pero ustedes como si lloviera.

Bueno, les perdono todo.
Básicamente porque no tengo idea quiénes son ustedes.

Y para celebrar a Nicanor Parra y estas luquitas extra que le llegarán desde España por lo del Premio Cervantes (que, digo yo, el tipo tiene casi 100 años, ¿para qué lo van a hacer esperar hasta abril? Háganle una paleteada y mándenle los morlacos ahora, ¡ya!... capaz que después quede feo... Aparte ni siquiera se va a dar la lata de ir para allá. Y yo lo entiendo. A los 90 y tantos uno no abandona su ranchita en un pueblito costero del Pacífico para andar subiéndose a esos pájaros de acero que desafían hasta la lógica de los dos dedos de frente, ¿no? Bueno, no sé. Puede que esto tenga que ver con mis sueños de acabar mis días en un pueblito costero y no a lo Gardel. Por otra parte, ¿para qué quiere uno plata después de los 80?),  damen und herren, una andanada de ANTIPOESÍA A MANSALVA:


“Atención, señoras y señores, un momento de atención:


Volved un instante la cabeza hacia este lado de la república,

Olvidad por una noche vuestros asuntos personales,

El placer y el dolor pueden aguardar a la puerta:

Una voz se oye desde este lado de la república.

¡Atención, señoras y señores! ¡un momento de atención!”

(de “El peregrino”)


“Ha llegado la hora de modernizar esta ceremonia

¡Y yo entierro mis plumas en la cabeza de los señores lectores!”




“HASTA CUANDO

SIGUEN FREGANDO

LA CACHIMBA

Yo no soy derechista ni izquierdista

yo simplemente rompo con todo”

(Artefactos)



“USA

Donde la libertad

es una estatua”

(Artefactos)



“Dime cuáles son para ti

las 10 palabras más bellas de la lengua castellana

y te diré quién eres”



“Creo en un + allá

donde se cumplen todos los ideales

Amistad

Igualdad

Fraternidad

excepción hecha de la Libertad

ésa no se consigue en ninguna parte

somos esclavos x naturaleza”

(“Poesía política”)




“Los civiles son gente uniformada

también”



“Chile fértil provincia

hacienda con vista al mar

administrada x su propio dueño”



“La tortura no tiene por qué ser sangrienta

a un intelectual por ejemplo,

basta con esconderle LOS anteojos”



“Chile fue primero un país de gramáticos

un país de historiadores

un país de poetas

ahora es un país de... puntos suspensivos”



“¿Hasta cuándo señor hasta cuándo?

¿Siempre se ha de sentir

lo que se dice?

¿Nunca se ha de decir

lo que se siente?”

(“CHISTES PARrA DESORIENTAR A LA POLICÍA”, 1983)