¿Artistas?... ¡Ja!, no me hagas reír

Desde aquel primer tipo que se puso a dibujar animalitos en las rocas en lugar de ir a colaborar en la caza del mamut que los venimos moliendo a palos y todavía no se extinguen.

Peor todavía, ahora levantas una piedra -aunque sería más preciso decir "haces un click"- y te salen como cuatro.
Que escritores, que dibujantes, que músicos, que fotógrafos, que tejedores de muñequitos a crochet... por favor, cortémosla de una buena vez.
Para mí -dejando de lado a los cervantes, a los beeeethovenes, a los migueles ángeles, y para de contar. Y que ya no hay. Porque ya no los hacen más- lo único que merece llamarse Arte es bailar tango.

A ver, tú, ¿bailas tango? ¿No? Entonces chao. Sigue ahí, haciendo tus leseritas.
Y ojalá te las paguen.

El que no esté de acuerdo con mi revolucionaria hipótesis es porque en su perra vida hizo el intento de aprender a bailar algo. Pero a bailar en serio. Cosas difíciles. Salsa. Tango.

Para empezar transpiras como caballo.
Y Einstein dijo algo que no me acuerdo bien, pero que tenía que ver con "transpiración", y anda a discutirle a Einstein, que es el último genio que hemos tenido y así como vamos capaz que fue el último último.

"Aaaaaaaah", me dirás, "pero Einstein no era artista, sino cientifíco"; y yo suspiraré, elevaré los ojos al Cielo como poniendo a Dios por testigo del jaque mate que vendrá a continuación, te miraré un ojo -¿viste que no se puede mirar los dos a la vez?-, y te contestaré, "tocaba el violín, o sea, era artista". Entonces, envalentonado porque a esa altura te habrás dado cuenta de que soy presa fácil, retrucarás, "ah, ¿pero bailaba tango?... no, porque según acabas de decir si el tipo no bailaba tango, entonces no era artista, ¿no?... ¿era así?, ¿entendí bien?... a ver, ¿cómo era?, explícame de nuevo", y continuarás así como veinte minutos, porque te cebas en la victoria. Eres lo peor.

Es una locura, lo sé.


Y a propósito de locura, el "Maravilloso y Dorado Castillo donde Delicadas Huríes y/o Mocetones de Broncíneos Músculos Derraman Ambrosía sobre tus Labios" del arte (o la "Pestilente y Lúgubre Covacha donde Tetonas Oxigenadas y/o Travestis de Ínfima Calaña te Practican una Felat... no, no, para... me dejé llevar... ta bien que uses esas poleritas negras con diatribas y me grites que eres 'under', pero yo ante todo soy una dama, así que dejemos hasta acá la figura retórica" del arte), es como el manicomio: adentro no están todos los que son ni son todos los que están.
O como el Salón de Belleza de la otra cuadra, donde hay varias que yo no sé qué hacen ahí porque, resígnense, no tienen vuelta.
O como la Cárcel de Sing Sing, donde yo metería a todos los que claman por "tolerancia cero" y sacaría a uno o dos presidiarios no tan tan tan psicópatas para que me ayudaran a mejorar mi slang.
Esteeee... no, no, ahí parece que se me fue de las manos el ejemplo, se desvirtúa la idea, se trastoca, pero espero que haya quedado medianamente claro.

Y si no quedó, lo vamos a tener que dejar para otro día porque yo venía a dar una vuelta nomás. Tengo que ir a la feria.

No, no de libros, no de comics, no de autos, no de ciencia y tecnología. No. Feria. De frutas y verduras. Yo soy una "señora de barrio con internet", no te engañes conmigo, negro.


Y, uuuuuuy, no sea que con esto se me vengan encima los "artistas"... con sus teclados... y sus cámaras esas con las que hasta YO saco fotos... y sus mousesns ópticocos... en fin, una imagen de pesadilla.
Mejor me voy antes que me haga pis de susto.




Naaaaaaaa, mentira, mentira, estoy bromeando. Yo adoro a los artistas.
Más cuando están casados.



Emmmmm... esta idea la voy a desarrollar en otro post -uuuuuh, ya no me da guácala decir 'post'- porque quedó un poco feo. No es lo que parece. Es al revés de lo que están pensando. Yaaaaaaaaa, que me cierran la feriaaaaa.





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Gracias.
Después arreglamos.