Charquicán.
Hoy habrá charquicán.
Porque es sano.
Al final tienes que tirar cáscaras a la basura y eso es garantía de que la comida que preparaste es sana. (Uuuuh, tengo la ligera impresión de que esto no se me ocurrió a mí.) (Bueno, siempre tengo esa impresión. Cualquier cosa, después arreglamos.)
Pones papas (peladas, lavadas y todo eso; no perdamos tiempo en detalles, esto es para hoy) y zapallo en una olla con agua.
No mucha. Lo suficiente como para que a los 20 minutos de cocción todavía quede un poco.
Ponle un cubito de caldo que queda más rico.
Te vas a hacer tus cosas y vuelves a los 13 minutos.
Compruebas que todo marche como debería y le agregas una bolsita chica de esos congelados que traen un picadillo de zanahoria, choclo, porotos verdes y arvejas. (En esta parte le va a dar un ataque a más de alguien. Bueno en qué quedamos, son amantes de la tecnología o no son amantes de la tecnología... ¡los congelados son tecnología!)
En los 7 minutos siguientes, agarras la tabla y cortas un trozo de carne blanda (lomo, posta) en pedacitos -lo ideal es que sean del mismo tamaño- y los dejas aparte.
Repites el procedimiento con un cebollín -con la parte verde y la parte blanca- y unos dientes de ajo al gusto tuyo.
Si no alcanzas a hacer todo en 7 minutos, entonces las cosas que te fuiste a hacer en los 13 minutos anteriores vas a tener que hacerlas más rápido.
Fríes todo.
O sofríes...
Rehogas...
¿Usan "rehogar" allá?... ¿y "escanciar"?... ¿"piscolabis"?...
Bueno, volvamos que se quema.
Mientras eso se fríe, sofríe o rehoga, muele con un tenedor los trozos de papa y zapallo que estaban en la olla.
La idea es que quede un poco molido y un poco entero. Ojo que no es puré.
También es importante que no quede muy aguachento ni muy atorador.
Cuidado en esta parte porque hace brup-brup-brup y quema.
Aliños, ponle aliños a discreción.
Yo le pongo una cosa que venden acá que se llama "aliño completo".
Nunca me he preocupado de averiguar qué trae el aliño completo.
Es como con los árboles genealógicos. Si uno está viviendo lo más bien, para qué va a andar averiguando cosas que capaz no le gustan.
También le pongo orégano. Pero eso ya es una fijación mía porque yo le pongo orégano hasta al café con leche.
No, no,no, estoy exagerando. Hipérbole se llama eso.
Ah, y merkén, si tengo le pongo merkén.
O merquén; hay discrepancias en torno a la escritura del mapudungún.
A continuación, agregas la carne-cebollín-ajo y revuelves todo.
Pruébalo a ver cómo anda de sal. Porque el cubito de caldo ya tenía sal.
Finalmente, verde que te quiero verde.
Aquí detengámonos un instante.
Yo sé que ustedes sienten cierto... hmmmmm... cómo decirlo... cierto... desapego, cierta desafección por el cilantro... y está bien, allá ustedes; ha habido guerras del opio, de los tulipanes, no vamos a iniciar un enfrentamiento bélico por el cilantro, aprendamos alguna vez. Póngale perejil y tan amigos.
¿Y eso es todo?
Eso es todo si te conformas con poco.
Ponle un huevo frito arriba. O al lado, no sé, donde te parezca mejor. Es comida, no decoración de interiores.
Y si no, en lugar de huevo, acompáñalo con unas cebollitas en escabeche.
Eso si no vas a pololear en la tarde, claro.
¿Qué...?
¿Fofo?
Ah, no... FOTO.
No, foto no hay.
Con lo mal que han tratado al Mono de los Consejos no pretenderán que someta a mi comida al escarnio público.
¿Eh?
Tinto, obvio.
10 comentarios:
Así de relato nomás, se me hace agua la boca.Le tengo un poquito de miedo al "merkén"..digo no será cierten polviten blanken ke le habrrrá obsequiaden Shorgen no!!
efectivamente, rehogar, escanciar y piscolabis, hay. lo que no hay es merkén.
¡Jajaja!
No, es rojo.
Ahora que lo menciona, no se me había ocurrido darle al merkén un uso más... recreativo.
Uuuuh, entonces ya sé qué llevarles.
Además del Casillero del Diablo.
Anaí,recuerde que la CIA nos está decodificando. por favor no más palabras como "merken" o "rojo", y ni se le ocurra esa que no se puede nombrar en los aeropuertos. Mire, no le digo ,ya me anda revoloteando un helicoptero !
Tranqui..seguro que son los de la Dirección de Ecología Ambiental, dice D.E.A.
¡Las plantitas, las plantitas!
Ah, no. Las plantitas ahora zafan, ¿no?
Está bueno Buenos Aires...
No, no. Estoy bromeando.
No soy alcohólica, ni le hago a esas cosas.
Soy una sencilla aldeana de noble corazón que va todos los días al bosque a recoger leña, Chapulín.
Quiero foto del menjunje que se me hizo agua la boca, los comedores de ensaladita y pescadito crudo del blog de al lado que se curtan.
Y atesoraré en mi alma el gesto que tuviste con el cilantro
Uuuuuh, tarde.
Ya hasta lavé los platos.
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