domingo, 7 de marzo de 2010

Ver-güen-za

Como era de esperar -yo lo esperaba-, en la campaña "Chile ayuda a Chile" no se reunieron 15.000 millones de pesos, sino 30.212 millones y fracción. Poco más de 55 millones de dólares, si los números no me engañan. El 5.5% del patrimonio declarado por Sebastián Piñera, si él no nos engaña.

Casi me suicido a lo bonzo frente al televisor mientras los grupos que manejan el país hacían donaciones de 1.000, 1.500 y hasta 2.700 millones de pesos, muertos de la risa. Al fin y al cabo durante los últimos 37 años han expoliado a los chilenos con la anuencia de la dictadura militar, primero, y de los cuatro gobiernos de la Concertación de Partidos por la Democracia, después.

Y mañana será otro día. Y el lunes seguirán desviando el pago de impuestos, pagando salarios miserables a sus empleados subcontratados y metiendo la mano al bolsillo a la manga de pelotudos que somos sus clientes.

Al final mira por donde vino a salir el "chorreo", el "rebalse", el "goteo" o como quieran llamar a esa falaz teoría económica que, en este país Campeón Mundial de la Desigualdad en la Repartición de la Torta, hace como veinte años nos viene diciendo que un día los ricos se van a cansar de ser tan tan tan ricos y van a regalar plata.

Lo siento tanto. Me duele tanto.
A ver con cuánta plata van a devolver la vida a las personas que la perdieron por culpa de negligentes que no hicieron bien su trabajo. Con cuánto se le va a pasar la pena al abuelo que perdió a su nieto en el Archipiélago Juan Fernández porque no había un miserable plan de emergencia que les avisara del maremoto. Cuántos "palos verdes" le van a dar al padre que hoy, ocho días después del terremoto, sigue llamando a su hijo día y noche para ver si le contesta desde debajo de las toneladas de escombros de un edificio mal construido.

Me violenta ver a la gente aplaudiendo porque juntaron toda esa plata. Me crispa ver tanta casa embanderada.

Maldita sea.
Por qué tendré que ser tan amarga.

7 comentarios:

Luciano dijo...

Porque alguien tiene que serlo para manterner la cordura.
Eso del rebalse y el chorreo también se aplicó en Argentina y ahí estamos. Ahora de nuevo.
Los pobres no importan, lo que importa es hacer plata y el poder para seguir haciéndola.
Saludos.

Anai Le dijo...

La "trickle down economics" es un nombre inventado por ¡UN HUMORISTA!

(En la década del '30, en EE.UU.
Pero se globalizó a partir del gobierno de Reagan.)

Podeti dijo...

Ahhh, pero sin embargo a mí me suena que "chorreo" es un nombre más que apropiado para la cosa esa.

Anai Le dijo...

Y como chiste también es bueno.

UnCampi dijo...

igual nunca "chorrea" pa'l lado de la justicia

gabrielaa. dijo...

ay Anai

D´aria dijo...

:S