domingo, 21 de marzo de 2010

Vientos de cambio

Ok, ok, ok, basta. Me cansé de ser la punta de lanza en la batalla contra la novedad, de encabezar el desfile el Día del Orgullo Reaccionario, de que éste sea un blog retrógrado. Así que sin pensarlo dos veces -o sea, sin apartarme ni un milímetro de la que ha sido mi línea de conducta los últimos 30 años- me lancé al vacío y agregué un par de cositas ahí al costado.

Tengo que reconocer -y dale con seguir el Código Ético que le (a mí) impide apartarse de su (de la mía) línea de conducta... No porque te concedo que por actuar a tontas y a locas de repente, por ahí, quien te dice, me he mandado alguna embarrada, pero después te reconozco; te reconozco todo- que queda bastante bien y que ahora podré llevar la vida sedentaria que siempre soñé: esas cositas me van a despertar cuando ustedes publiquen y no voy a tener que ir a mirar a cada rato.

Cualquier día les posteo desde un teléfono que capaz me compre.

Y después hacemos un break y nos tomamos un coffee.
El paper, ¿te llegó?
No porque hay que mejorar la gestión, socito.
E-fi-ca-cia.

¿O era eficiencia?
¿Cómo era?
¿Eficiencia o eficacia?
A ver, explícame de nuevo.
No, en serio.
Dale, explícame.

Ah, andai corto de tiempo...
Mira lo que son las cosas; yo, tiempo es lo que más tengo.

No, no, plata también, no me mirís a huevo, qué te pasa.

No hay comentarios: