Lo peor de trabajar un día sí y otro no, es que el día que te toca trabajar despiertes 28 minutos antes de la hora de entrada; y el día que no, a las 06:15 y no te duermas más.
Ah, y no tener uno de esos relojes que te despiertan con un martillazo en la cabeza.
Y que los taxis cobren tan caro por una carrera tan corta.
Y que no pasen.
Y que cuando pasen, vayan con gente atrás.
Y estas cosas que me pasan a mí nomás.
2 comentarios:
Jajajaja no, no sos la única.
Exactamente eso me pasó hace dos viernes: despertarme a las 7.15am y tener que entrar a las 8am
Y ayer (día libre) abrir los ojos a las 6.15am.
Y lo del taxi también... en fin...
Tsk, no me diga nada; desde que me puedo ir caminando al trabajo estoy gastando una fortuna en taxi.
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