miércoles, 17 de marzo de 2010

¿Palo o azúcar?

Pregunto:
¿Qué método tengo que utilizar para convencer a un alumno adolescente que se acerca a mí turbado al final de la clase y que se declara Testigo de Jehová, de que lea nomás Cartas del diablo a su sobrino -obra que acabo de mencionar en la Lista de lecturas complementarias o-bli-ga-to-rias del año lectivo- porque no es un libro satánico?

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Mmm no sé, con el diablo no se jode.
¿Y qué libro es ése?, ¿y de quién?Todo lo que intentes para disuadir a un adolescente podría dejarlo más turbado...
Moncho

Anai Le dijo...

M., es uno muy bueno que C. S. Lewis dedicó a J. R. Tolkien.

A. L.

Podeti dijo...

Le tenés que decir que es un libro que sirve para aprender a COMBATIR al Demonio.

Cuando lo termine de leer tal vez se dé cuenta de que lo engañaste, pero ya será tarde. Para él y su Alma.

LALE dijo...

(insertar risa satánica y cara de Sr. Burns al comentario anterior)

Anai Le dijo...

Pucha, ya la embarré.

Lo peor es que, pudiendo sorber un Alma servida en bandeja, se me ocurrió dármelas de divina y le permití que ejerciera el libre albedrío.


Ahora me propone leer a cambio uno de Isabel Allende.

Y con la cantidad de páginas que escribe esa mujer, para mí terminar uno de sus libros será un Infierno.




Esto de que le den a uno autoridad es cosa del demonio.

Anónimo dijo...

Perdón, perdón; debí decir:
"Pucha, ya la embarré, Tío."